Llego a Buenos Aires, Estación de Retiro, a las 7:30. En la ruto llovió muchísimo, como ya es costumbre, pero dormí casi las 6 horas enteras que duró el viaje.
En Retiro dejé la mochila en un locker comprando una ficha de 4 pesos. Me tomé el subte para Belgrano, y bajé en la estación José Hernández, quería desayunar cerca de la casa de I.M una amiga mía, para poder, quizá, visitarla.
En el "Café Virrey"en la esquina de Cabildo y Virrey del Pino tomé un café con leche, tres medialunas saladas y un mini jugo de naranja. Todo por 5 pesos. Son tan ricos estos desayunos!! En Madrid extraño estos cafecitos donde te podés sentar a leer un libro, o escribir, y las medialunas tan deliciosas (casi no tienen igual). Después de un pertinente SMS a mi amiga, recibo su llamada invitándome a la casa. Caí a las 9:00 AM con media docena de facturas bajo el brazo. Tomando mate toda la mañana y charlando de la operación y de las pequeñas causalidades que hicieron que ella estuviera hoy con vida... y yo también... Hace poco, el 8 de noviembre, me operaron de urgencia con un cuadro extraño de una triple volvulación de colon... por un milímetro no explotó, lo que hubiese provocado una muerte casi segura; y hace dos semanas a mi amiga, con 4 meses de embarazo, le estalló el útero, provocándole una hermorragia interna inmensa que la puso en grave peligro. Por suerte estaba de guardia un médico especializado en embarazos de alto riesgo y pudo reconstituirle el útero y dejarle la posibilidad de tener hijos en el futuro. Hay que ver qué pasa... pero por lo pronto ella está viva.
A veces zafamos de la muerte por pequeñas casualidades... está caer en la cuenta de lo efímera que resulta la vida en esos instantes. Es como si de repente una sola cosa fuera clara: hay que disfrutar del amor y los pequeños placeres de la vida, te importan tus afectos y todo lo demás se translada a un último plano.
Me fui un poco del tema del viaje... pero este "caer en la cuenta" de nuestra graciosa existencia era un mensaje claro antes del viaje. De hecho hacía no más de 4 días casi tengo un accidente fatal en el auto... o sea que venía así como marcado el mensaje!
Después de comer con mi amiga y su madre (a quien adoro) me tomé el subte de regreso para Retiro. Ya tenía pasaje para San Salvador de Jujuy a las 16:30. Llegué media hora antes, saqué la mochila del locker y fui a un locutorio para hablar con el editor de una revista argentina. Tengo ganas de colaborar con algún escrito cada tanto. Así me hago al hábito de escribir. Lo tengo que volver a contactar desde madrid una vez que llegue.
Adentro del bondi leí, dormí, escuché música y escribí. El viaje de Buenos Aires a San Salvador de Jujuy (en el norte de argentina) dura casi 22 horas. Ahora han pasado 6 horas y me está entrando un hambre que espero que este cacharro pare en algún lado o nos den de comer!! Me queda una noche entera en el autobús y se supone que llego a destino cerca de las 2 de la tarde.
jueves, 21 de junio de 2007
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5 comentarios:
ahora que lo relei, me impresiona la cantidad de horas y kilometros empleados en ese viaje!!!!!
Realmente es porque tienen la edad que tienen, que divino!!! quien los pudiera pillar!!! besos
Y cuando te regalan una segunda oportunidad, nada como coger la mochila y marcharse a ver si se estrella una cayéndose por un barranco :DDD
Después de todo, nada es tan trágico una vez pasó ¿no es cierto?
Aquí seguiremos viajando.
Un beso, niña
Et, Trenzas!! qué alegría leerlas por acá!!
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ET.. La verdad es que debería sacar la cuenta de la cantidad de kilómetros que hicimos... creo que alguna de las chicas lo hizo.. ya veremos! Jajaja.. fijate que yo era la más vieja de todas las viajeras!! con 27 años!! hecha polvo eh!
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Trenzas! Yo no sé si es la segunda, la tercera, o la enésima! según cómo lo mires, hasta que la muerte no nos alzance siempre tenemos oportunidades no!??
Te digo que al segundo día de llegar ya me había olvidado del accidente de coche que casi nos mata!
Y coincido con vos... nada es TAN trágico una vez que ya pasó... al menos de esa forma lo veo yo... hay que seguir, seguir y seguir, "de qué sirve llorar sobre la leche derramada" así leí una vez un proverbio en inglés... y yo lo interpreto así... de qué sirve lamentarse... hay que buscar soluciones, mirar hacia adelante... y ver cómo se continúa...
Qué alegría que viajes conmigo!
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Dicen en Catalunya que "no mata el mal sino l'hora". O sea que no existen Caminos de la Muerte ni muertes en el camino para quien no tiene todavía órdenes de abandono.
Imagino un intenso desayuno en el "Café Virrey", en Baires, al recordar, olvidar -y compartir- acontecimientos recientes...
¡Si en España exitieran "bondis"!
Camina,
camina.
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Frac! alegría tenerte por acá de nuevo!
Hoy por la noche seguiré caminando.. a ver si llego a San Salvador de Jujuy!!
La muerte llega cuando es hora! tal cual! Y sí, te puedes imaginar lo que disfruté acompañando a mi amiga!!
Un gran abrazo amiga!
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